La sociedad de los adultos se ha encargado de etiquetar las acciones de los demás.
“Eres feo”, “gordo”, “alto”, “flojo”, “malo”, “perezoso”, “vago”, “irresponsable” y así sucesivamente, sin tomar en cuenta que desde temprana edad, los niños responden a los estímulos y se comportan de acuerdo a cómo los guíen los padres, representantes y afines.
El vídeo “Nacidos para aprender” lleva un grandioso mensaje: y es que somos los responsables de la formación de los más pequeños que a la edad de 7 años son una “esponja” que aspiran todo lo que viven, juegan, crean, con una capacidad infinita, es allí donde desarrollan sus habilidades, pues el cerebro tiene un cúmulo de ideas almacenadas relacionadas todas con el entorno y que los chicos las activan cuando lo creen conveniente. Los niños cuando nacen, son ya inteligentes por naturaleza, no hay que subestimarlos y aprenden a hablar, porque escuchan a sus semejantes.
Cuando llegan a la adolescencia, le dan más valor al riesgo que a las normas establecidas, detestan las críticas, afloran la rebeldía, que dicen los demás son sin causas. Nos olvidamos que fuimos adolescentes y que nos gustaba hacer también las cosas a nuestra manera y gracias a los maestros que decidieron buscar maneras nuevas de actuar se ha evolucionado en las formas de enseñar aprendiendo.
Se nos ha olvidado que también queríamos que nos tuvieran confianza, porque la confianza ayuda a resolver los problemas por nosotros mismos, eso quieren los adolescentes, libertad para explorar, para buscar por si mismos…No sé los demás, pero yo he aprendido a dar el valor que tienen los adolescentes, no fue fácil por el nivel de sobreprotección que tenemos los padres, pero es posible…la generación de muchachos que se levanta, aunque un poco indiferente a las emociones, será la que salvará la tierra con su ímpetu y su romanticismo..
NOTA: El autor del libro “Tus Zonas Erróneas”, Wayne Dyer, recomienda en este texto no dejar de ser niños nunca, jugar, arriesgar, correr, reír, ser espontáneos y auténticos, eso mismo quieren los adolescentes...
“Eres feo”, “gordo”, “alto”, “flojo”, “malo”, “perezoso”, “vago”, “irresponsable” y así sucesivamente, sin tomar en cuenta que desde temprana edad, los niños responden a los estímulos y se comportan de acuerdo a cómo los guíen los padres, representantes y afines.
El vídeo “Nacidos para aprender” lleva un grandioso mensaje: y es que somos los responsables de la formación de los más pequeños que a la edad de 7 años son una “esponja” que aspiran todo lo que viven, juegan, crean, con una capacidad infinita, es allí donde desarrollan sus habilidades, pues el cerebro tiene un cúmulo de ideas almacenadas relacionadas todas con el entorno y que los chicos las activan cuando lo creen conveniente. Los niños cuando nacen, son ya inteligentes por naturaleza, no hay que subestimarlos y aprenden a hablar, porque escuchan a sus semejantes.
Cuando llegan a la adolescencia, le dan más valor al riesgo que a las normas establecidas, detestan las críticas, afloran la rebeldía, que dicen los demás son sin causas. Nos olvidamos que fuimos adolescentes y que nos gustaba hacer también las cosas a nuestra manera y gracias a los maestros que decidieron buscar maneras nuevas de actuar se ha evolucionado en las formas de enseñar aprendiendo.
Se nos ha olvidado que también queríamos que nos tuvieran confianza, porque la confianza ayuda a resolver los problemas por nosotros mismos, eso quieren los adolescentes, libertad para explorar, para buscar por si mismos…No sé los demás, pero yo he aprendido a dar el valor que tienen los adolescentes, no fue fácil por el nivel de sobreprotección que tenemos los padres, pero es posible…la generación de muchachos que se levanta, aunque un poco indiferente a las emociones, será la que salvará la tierra con su ímpetu y su romanticismo..
NOTA: El autor del libro “Tus Zonas Erróneas”, Wayne Dyer, recomienda en este texto no dejar de ser niños nunca, jugar, arriesgar, correr, reír, ser espontáneos y auténticos, eso mismo quieren los adolescentes...
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