jueves, 19 de marzo de 2015

Feliz de participar en este curso…


Feliz de haber tenido esta experiencia única de Aprendizaje Docente….

Feliz de saber que hay un grupo de educadores con vocación de servicio, preparados para rescatar la moral y cívica que se impartió en las aulas…

Porque hoy más que nunca cobra  vigencia  aquel pensamiento del Libertador, Simón Bolívar :     
                      
                                                   “Moral y Luces son nuestras primeras necesidades”…






Términos adquiridos durante el desarrollo de la asignatura:
Aprehender,  diferente a Aprender
Reforma del pensamiento, diferente a Cambio de pensamiento.
Aptitud, en vez de Actitud.

¿Qué aprendí?
-Que en un aula de clases, no se requiere ser formales, ni tan teóricos, más bien, se debe ser práctico, de participación espontánea, debe haber risa, emoción, y disposición para seguir aprendiendo de todos los participantes.

¿Para qué me sirve este aprendizaje?
-Para ponerlo en práctica, ser más segura, más flexible, amistosa. Me sirve para estimular a los que me rodean, a crecer como persona, a compartir, a volver a la cívica.

Aporte personal
El reconocido actor de teatro ruso, Konstantín Stanislavski, en su libro: Manual del Actor, recomendaba la práctica de la acrobacia a los actores, y aunque parezca, que este tema no tenga relación con el proceso enseñanza-aprendizaje en la educación normal, si lo tiene. La acrobacia ayuda al actor en los momentos de duda, a desarrollar la cualidad de la decisión. El maestro, (como el actor), se enfrenta a diario a un gran escenario:  el salón de clases.

La semejanza, la tomo en consideración, porque como dice Stanislavski, “en el momento culminante de su papel, un actor no se puede detener a reflexionar, se debe entregar en manos del peligro y de su habilidad”, igual un docente, no se puede quedar anonadado, presionado y hasta nervioso, ante una pregunta de un alumno a la cual no esperaba, ni estaba preparado para responder.  Porque como decía el actor ruso, “debe actuar, debe salvar la valla a galope tendido”, (Stanislavski 2001- pp. 11 -12).

El profesor debe rendirse a su poder de la intuición y de la inspiración, los cuales no alcanzará si no cuenta con la suficiente preparación académica, de allí la importancia de estudiar, responsabilizarse, actualizarse,  para dominar su área, no dejar a la suerte, el logro y la producción académica que consiste primordialmente en lograr el interés y el estímulo de sus alumnos. La suerte como dice el libro de Stanislavski, es una coqueta que le sonríe a cualquiera.   

“No siempre  uno puede actuar en forma subconsciente y con inspiración. Un genio tal no existe en el mundo. Por lo tanto, nuestro arte nos enseña antes que nada a crear consciente y sinceramente, porque eso preparará mejor el florecimiento del subconsciente, que es la inspiración”.   La inspiración de un docente debe guardar relación con su vocación de servicio y con la pasión con que aborde su labor en beneficio no solo de la juventud, sino de un país que crecerá, evolucionará a la velocidad de su educación.

Bibliografía recordada:

Teorías del Aprendizaje, Universidad Pedagógica Experimental  Libertador.  Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio, coordinación de extensión académica 2002. Caracas Venezuela.
                                     
Manual del Actor, Konstantin Stanislavski.

Tus Zonas Erróneas, Wayne Dyer.

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