El Perfil del Docente para el Siglo XXI

En este mundo actual convulsionado en nuestra amada Venezuela, ante la polarización política que afecta el desenvolvimiento social diario. Nos preguntamos ¿Qué estamos haciendo para salvaguardar la salud mental de nuestros niños? ¿Están capacitados los docentes de hoy para dirigir a sus alumnos por el camino del amor y  la reconciliación?

¿Cómo debe ser el perfil del docente del siglo XXI?

Según los análisis que hemos escuchado de la profesora de la asignatura: Mediación de los aprendizajes, existe un grupo grande de maestros haciendo su labor con vocación,  pero veamos este resumen  extraído del video cómo debe ser el perfil del docente de nuestro tiempo.

El docente debe tener las habilidades para crear modelos de personas que aprendan a priorizar el dominio de las actividades. Como educador debe facilitar la adquisición del conocimiento que propicien el desarrollo de las habilidades necesarias en la sociedad de la información, habilidades como la selección y el procesamiento de la información, la autonomía,  la capacidad para tomar decisiones, el trabajo en grupo, la flexibilidad, así como actividades culturales y vida social integral.

El perfil del docente para el siglo XXI debe dar a sus alumnos las herramientas para que enfrente la vida cotidiana, basado en la utilización de las habilidades comunicativas para que participen, reflexionen y sean más críticos. Un docente debe propiciar un proceso que trascienda las aulas de clases, más que una nota aprobatoria.

Los  cuatro cimientos que aconseja la Comisión Internacional para la Educación a petición de la Unesco son: aprehender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser, cada uno es importante para la formación integral y competente de los individuos en su vida diaria. El conjunto de saberes: hacer, saber y ser, convivir con los demás.

Los docentes, deben volver a la figura vieja de ser maestros,  desligarse de la doctrina de l apolítica, se deben actualizar y preparar, ya que está en sus manos la transformación de la educación, el futuro del país, así como sembrar en sus educando la libertad del pensamiento, la autonomía del ser humano y la responsabilidad de vivir dignamente. Esta consigna cobra vigencia hoy en Venezuela, donde la calidad de la enseñanza está cuestionada no solo por las condiciones de medio ambiente que ofrece la educación pública, sino por las líneas que ha venido bajando el Ministerio de Educación dirigidas a la ideologización política, al engrandecimiento de una figura presidencial,  según refiere la presidenta de la Federación Venezolana de Maestros, capitulo Carabobo, Auris Rivero.

De allí que la Dra. Aurora Grisondo Huerta, indica que el nuevo rol de docente debe estar centrado en la concreción de grandes esfuerzos para reformar las prácticas actuales de encierro y sumisión, cambiar a una práctica dinámica y flexible, que evalúen su entorno y estén dispuestos a resolver los problemas y tomar determinaciones. Debe ser artista para motivar a sus alumnos; capitán para dirigir  en cualquier tipo de problema y profesor para guiar.  

“El docente de hoy debe ser para inquietar las mentes de los chicos, para encender sus intelectos, abrir sus horizontes, enseñarles a pensar correctamente, si es posible”, Robert M. Hutchins.

En lo interpersonal un profesor debe tener vocación de servicio, ayudar a sus alumnos a crecer personal y profesionalmente debe ser maduro, honesto, abierto, respetuoso, sirve de modelo por su comportamiento como profesional y ciudadano.

En lo profesional: debe saber dominar su área, actualizado, y con deseos de superación.

En cuanto a la docencia: debe ayudar a alcanzar metas personales y los objetivos del curso, hace la clase estimulante y productiva, logra el interés en sus alumnos a través de estrategias apropiadas, evalúa a tiempo y con justicia, estimula el mejoramiento del aprendizaje.

En cuanto a su responsabilidad, debe planificar, ser puntual, usar el tiempo, ser dinámico. En resumen: un docente es un coordinador, facilitador, mediador, participativo, responsable de crear un clima afectivo, armónico, que fomenta la participación espontánea, activa, individual, grupal.